martes, 31 de enero de 2012

No rechazes la gracia de Dios Hebreos 12:25

Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecharamos al
que nos amonesta desde los cielos. Amados Dios en su infinita misericordia, hasta el día de hoy nos ha guardado y aun estamos con vida, porque escrito está: Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordia.Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. Mi porción es Jehová dijo mi alma; por tanto, en él esperaré. Lamentaciones 3:22-24 ¿En quién esperas tú? ¿Cuál es tu esperanza? ¿Quién es tu porción? ¿En quién has creído? La biblia nos relata la historia de un pueblo, el pueblo de Israel, pueblo que se convirtio en una nación, a este pueblo Dios los sacó del cautiverio en que vivian en Egipto, el pueblo Hebreo vivia en esclavitud y ellos mismos decian: Porque vosotros sabéis cómo habitamos en la tierra de Egipto, y cómo hemos pasado por en medio de la naciones por las cuales habéis pasado; y habéis visto sus abominaciones y sus ídolos de madera y de piedra, de plata y oro, que tienen consigo. No sea que haya entre vosotros varón o mujer, o familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy de Jehová nuestro Dios, para ir y servir a los dioses de esas naciones; no sea que haya en medio de vosotros raíz que produzca hiel y ajenjo, y suceda que al oir las palabras de esta maldición, él se bendiga en su corazón, diciendo: Tendré paz, aunque ande en la dureza de mi corazón, a fin de que con la embriaguez quite la sed. No querrá Jehová perdonarlo, sino que entonces humeará la ira de Jehová y su celo sobre el tal hombre, y se asentará sobre él toda maldición escrita en este libro, y Jehová borrará su nombre de debajo del cielo; y lo apartará Jehová de todas las tribus de Israel para mal, conforme a todas las maldiciones del pacto escrito en este libro de la ley. Y dirán las generaciones venideras, vuestros hijos que se levanten después de vosotros, y el extranjero que vendrá de lejanas tierras, cuando vieren las plagas de aquellas tierra, y sus enfermedades de que Jehová la habrá hecho enfermar (azufre y sal, abrasada toda su tierra; no será sembrada, ni producriá, ni crecerá en ella hierba alguna, como sucedio en la destrucción de Sodoma y Gomorra, de Adma y de Zeboim, las cuales Jehová destruyo en su furor y en su ira); más aun, todas las naciones dirá: ¿Por qué hizo esto Jehová a esta tierra? ¿Que significa el ardor de esta gran ira? Y responderán: Por cuanto dejarón el pacto de Jehová el Dios de sus padres, que él concertó con ellos cuando los sacó de la tierra de Egipto, y fueron y sirvieron a dioses ajenos, y se inclinaron a ellos, dioses que no conocían, y que ninguna cosa les habían dado. Es por eso que en este día así dice el Señor Dios Todopoderoso: Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanada. Seguid la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor, Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad, al sonido de la trompeta, y a la voz que hablaba, la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más, porque no podían soportar lo que se ordenaba; y tan terrible era lo que se veía que Moíses dijo: Estoy espantado y temblando; (fue aquí en este monte de Sinai donde Dios le dio al pueblo los diez mandamientos) y este el primero: Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: Yo soy tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen ni ninguna semejanza de lo que hay arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás ante ninguna imagen, ni las honrarás; porque yo soy Yahveh tu Dios, fuerte, celoso, que castigo la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos Dios todo lo ha provisto y a travez del sacrifico de su hijo Jesucristo en la cruz del calvario nos ha reconciliado con él, para hacernos herederos de eterna salvación. Pues nosotros nos hemos acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañia de muchos millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel. Si te estoy hablando de la Sangre de Jesús, esa sangre que fue derramada en la cruz del calvario para salvarnos de la condenación, ¿Quieres tú acercarte a Dios?, ¿Quieres tú reconciliarte con Dios y obtener esa herencia incorruptible de vida eterna? te invito a que aceptes a Jesucristo como tu único y suficiente salvador y que rindas tu vida a él. ¿Quiéres hacerlo? repite esta oración Señor Dios y Padre de Nuestro Señor Jesucristo, en esta hora yo reconozco que he pecado y estaba viviendo lejos de ti, en esta hora yo me vuelvo a ti me convierto a ti, me arrepiento de mis malos caminos, acepto a Jesús como el Señor de mi vida y creo que tu lo enviaste a morir en la cruz por mis pecados, yo acepto el sacrificio que Jesús hizo en la cruz por mi, te ruego que me laves con tu sangre preciosa, limpiame de toda mi maldad, y con tu sangre borra todos mis pecados, me cubro en esta hora con la sangre de Cristo, y Padre te ruego que hagas en mi el milagro del nuevo nacimiento, hoy me declaro hijo tuyo y pon en mi tu Santo Espíritu y ayudame a vivir una nueva vida en ti, y escribe mi nombre en el libro de la vida del cordero de Dios. amén y amén.
Y ESTA ES LA VIDA ETERNA; QUE TE CONOZCAN A TI, EL UNICO DIOS VERDADERO, Y A JESUCRISTO, HA QUIEN HAS ENVIADO. JUAN 17:3

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