miércoles, 18 de enero de 2012

Alza, Extiende, Divídelo Exodo 14:16


Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco.

Muchas veces, pero muchas veces nos hemos preguntado si estamos haciendo lo correcto. ¿Es esto lo que Dios quería que hiciera? ¿Y si me equivoqué? La verdad no quiero ofender a Dios. Dios me libre de
ofender al Espíritu Santo. ¿Pero porque no paso nada? Si yo declaré la palabra ¿Porqué no ocurrió el milagro? Nosotros creemos y hasta hemos pensado que Dios, es nuestro empleado y que está a vuestro servicio, esperando nuestra instrucción, haz esto, haz aquello, cuando somos nosotros quienes tenemos que hacer que las cosas sucedan.

Cuando el pueblo de Israel salió de Egipto: Dios hizo que el pueblo rodease por el camino del desierto del mar rojo, no lo llevo por el camino de la tierra de los filisteos, para que el pueblo no se arrepintiera cuando viera la guerra, Dios es perfecto y hace las cosas perfectas, Dios había pensando en todo, el pueblo de Israel que podía saber de guerra, toda su vida fueron esclavos (cuatrocientos treinta años) Y jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube y de noche en una columna de fuego, para alumbrarles a fin de que anduviesen de día y de noche. Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego: Y fue dado aviso al rey de Egipto, que el pueblo huía; y el corazón de Faraón y de sus siervos se volvió contra el pueblo, y dijeron: ¿Cómo hemos hecho esto de haber dejado ir a Israel, para que no nos sirva. Y unció su carro y tomó consigo su pueblo; y tomó seiscientos carros escogidos, y todos los carros de Egipto, y los capitanes sobre ellos, (note cuantos eran los ejércitos de Faraón) Y cuando Faraón se hubo acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y aquí que los egipcios venían tras ellos; por lo que los hijos de Israel temieron en gran manera, y clamaron a Jehová. ENTONCES JEHOVÁ DIJO A MOISES: ¿POR QUE CLAMAS A MÍ? DÍ A LOS HIJOS DE ISRAEL QUE MARCHEN. Y TU ALZA TU VARA, Y EXTIENDE TU MANO SOBRE EL MAR, Y DIVIDELO, Y ENTREN LOS HIJOS DE ISRAEL POR EN MEDIO DEL MAR, EN SECO. Exodo 14:15-16

Y moisés dijo al pueblo: No temáis ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis. Y extendió moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas. Entonces los hijos de Israel entraron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda. Y siguiéndolos los egipcios, entraron tras ellos hasta la mitad del mar, toda la caballería de Faraón, sus carros y su gente de a caballo. Aconteció a la vigilia de la mañana, que Jehová miró el campamento de los egipcios desde la columna de fuego y nube, y transtornó el campamento de los egipcios. Y quitó las ruedas de sus carros, y los transtornó gravemente. Entonces los egipcios dijeron: Huyamos de delante de Israel, porque Jehová pelea por ellos contra los egipcios. Y Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas vuelvan sobre los egipcios, sobre sus carros, y sobre su caballería. Entonces Moisés extendió su mano sobre el mar, y cuando amanecía, el mar se volvió en toda su fuerza, y los egipcios al huir se encontraban con el mar; y Jehová derribó a los egipcios en medio del mar. Y volvieron las aguas, y cubrieron los carros y la caballería, y todo el ejército de Faraón que había entrando tras ellos en el mar; no quedó de ellos ni uno. Exodo 14

¿Quieres tú tener un Dios como el de los Hebreos? ¿Un Dios que pelea por ti las batallas? ¿Un Dios que te dice no temás? Porque Yo estoy, contigo. Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé. Josué 1:5 jesús mismo dijo: No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. Juan 14:1

¿Quieres aceptar a Cristo como tú Señor y Salvador? Repite la siguiente oración:

Padre Santo que moras en el cielo, en esta hora, yo acepto a Jesús como el Señor y Salvador de mi vida, creo que tú proveíste todo para mí, al enviar a tu hijo, a morir en la cruz del calvario por mi, y que solo en la sangre de Jesús encuentro el perdón a mis pecados, perdona todas mis iniquidades, borra mis rebeliones, dame de tu Santo Espíritu y escribe mi nombre en el libro de la vida del Cordero. Amén y amén.




Y esta es la vida eterna; que te conozcan a ti, el único Dios verdadero y a Jesucristo a quien has enviado: Juan 17:3


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