Después de
esto vino, Jesús con sus discípulos a la tierra de Judea, y estuvo allí con
ellos, y bautizaba. Juan bautizaba también en Enón, junto a Salim, porque había
allí muchas aguas; y venían, y eran bautizados. Porque Juan no había sido aún
encarcelado. Entonces hubo discusión entre los discípulos de Juan y los judíos
acerca de la
purificación. Y vinieron a Juan y le dijeron: Rabí, mira que el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú diste testimonio, bautiza, y todos vienen a él. Juan 3:22-26
purificación. Y vinieron a Juan y le dijeron: Rabí, mira que el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú diste testimonio, bautiza, y todos vienen a él. Juan 3:22-26
Juan el Bautista
ocupaba el lugar que le correspondía como precursor de Jesús, pero no más.
Todavía había algunos que estaban dispuestos a llamar a Juan maestro y señor; Juan ocupaba un lugar importante, pero que el
más importante Le correspondía exclusivamente a Jesús; Juan nunca tuvo la menor duda de que Jesús era
supremo. Una cosa es segura: que este
pasaje nos presenta el encanto de la humildad de Juan el Bautista. Estaba claro
que la gente estaba dejando a Juan para irse con Jesús. Los discípulos de Juan
estaban preocupados. No les gustaba que su maestro quedara en un segundo lugar,
ni verle abandonado por las multitudes que se agolpaban para escuchar al nuevo
Maestro. Juan al ver la actitud egoísta de algunos les contestó.
Respondió
Juan y dijo: No puede el hombre recibir nada, si no le fuere dado del cielo.
Vosotros mismos me sois testigos de que dije: Yo no soy el Cristo, sino que soy
enviado delante de él. El que tiene la esposa, es el esposo; mas el amigo del
esposo, que está a su lado y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo;
así pues, este mi gozo está cumplido. Es necesario que él crezca, pero que yo
mengue. Juan 3:27-30
En respuesta a sus
quejas habría sido comprensible que Juan se hubiera dado por ofendido,
abandonado e injustamente olvidado. Algunas veces la compasión de un amigo es
lo que peor nos cae. Puede hacer que nos sintamos víctimas y que nos han
tratado injustamente. Pero Juan estaba por encima de esas actitudes. Les dijo
tres cosas a sus discípulos.
(i)
Les dijo que nunca
había esperado otra cosa. Les recordó que ya les había advertido que no era a
él al que le correspondía el puesto más importante, sino que él no era más que
un heraldo, el precursor que viene a anunciar y preparar las cosas para la
llegada de Otro más importante.
(ii)
Haría más fácil la vida el que hubiera más
personas dispuestas a representar papeles secundarios. Muchos quieren ser los
protagonistas; pero Juan no era uno de ellos. Sabía muy bien que Dios le había
asignado una misión subordinada. Nos ahorraríamos un montón de resentimiento y
de frustración si nos diéramos cuenta que hay ciertas cosas que no nos
corresponden, y aceptáramos de corazón e hiciéramos lo mejor posible la labor
que Dios nos ha asignado. El hacer algo secundario para el Señor lo
convierte en una gran tarea. Como decía la señora Browning: «Todo servicio cuenta
igual para Dios.» Cualquier cosa que se hace para Dios es grande por
naturaleza.
(iii)
Les dijo que nadie
-puede recibir más de lo que Dios le dé. Si el nuevo Maestro estaba ganando más
seguidores no era porque se los estaba robando a él, a Juan, sino porque Dios
Se los estaba dando.
(iv)
Por último, Juan puso
un ejemplo que cualquiera podría entender, y más los judíos, porque era parte
de su herencia cultural. Llamó a Jesús "el Novio», y dijo que él, Juan,
era "el amigo del Novio»
(v)
Una de las grandes figuras del
Antiguo Testamento es la de los desposorios de Israel, que es la novia, con
Dios, Que es el Novio. La unión que hubo entre Dios e Israel era tan íntima que
podría compararse con un matrimonio. Cuando Israel se apartaba tras dioses
extraños era como si fuera infiel al vínculo matrimonial (Por tanto, no harás alianza con los moradores de aquella
tierra; porque fornicarán en pos de sus dioses, y ofrecerán sacrificios a sus
dioses, y te invitarán, y comerás de sus sacrificios. Exodo 34:1; Y Jehová dijo
a Moisés: He aquí, tú vas a dormir con tus padres, y este pueblo se levantará y
fornicará tras los dioses ajenos de la tierra adonde va para estar en medio de
ella; y me dejará, e invalidará mi pacto que he concertado con él. Deuteronomio
31:16; Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán; Tú destruirás a todo
aquel que de ti se aparta. Salmo 73:27; Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová
de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda
la tierra será llamado. Isaías 54:5 ).
El Nuevo Testamento
hereda esta alegoría y habla de la Iglesia como la Esposa de Cristo (Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un
solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo. 2Corintios 11:2;).
Esta era la figura que Juan tenía en mente: Jesús había venido de Dios; era el Hijo de
Dios; Israel era Su prometida, y Él era el Novio. Juan sólo se reservaba el
papel del amigo del Novio.
El amigo del novio, en
hebreo shoshben, tenía un papel exclusivo en una. boda judía. Era el que
arreglaba la boda; repartía las invitaciones, y presidía la fiesta. Era el que
traía la novia al novio. También tenía que cuidarse de la cámara nupcial y de
que no se introdujeran intrusos. Sólo cuando oía y reconocía la voz del esposo
en la oscuridad, le abría la cámara nupcial. para que entrara, y se retiraba
gozoso cuando había cumplido su cometido y los esposos estaban juntos. No lo
hacía de mala gana, sino considerando un honor el introducir la novia al novio;
y, cuando había cumplido su misión, se retiraba contento del centro de la
escena:
La misión de Juan
había sido traerle Israel a Jesús, el Mesías enviado de Dios, y arreglar Sus
bodas. Una vez cumplido su cometido estaba contento de desaparecer en la
oscuridad. No dijo con envidia que Jesús tenía que crecer y él menguar, sino
con júbilo. Nos vendría bien a veces recordar que no es a nosotros a los que
tenemos que atraer a la gente, sino a Jesucristo. No es para nosotros para
quienes reclamamos la lealtad de la Iglesia, sino para el Novio, el Hijo de
Dios.
Jesús antes de subir a
los cielos y sentarse a la diestra del Padre nos dejó la enmienda de predicar
el evangelio a toda criatura, la pregunta es ¿Lo estamos haciendo bien? O ¿estamos
actuando con envidia,? Debemos reflexionar y tomar en cuenta el consejo de la Señora
Browning: «Todo servicio cuenta igual para Dios.» Cualquier cosa que se hace
para Dios es grande por naturaleza. ¡Cuántos celos, frustraciones y
resentimientos nos ahorraríamos si tuviéramos presente que el éxito de los
demás se lo da Dios, y estuviéramos dispuestos a aceptar el veredicto de Dios y
Su elección!
¿Y tú ya formas
parte de la iglesia de Cristo, ya te anotaste o todavía lo estas pensando?, no
lo pienses mas recuerda: Porque de tal manera amó Dios
al mundo, que dio a su hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se
pierda, mas tenga vida eterna. Juan 3:16 Ven y entrégale tu vida a
Cristo y obtén la vida eterna.
Si quieres
recibir a Cristo como tu Señor y Salvador, solo dí la siguiente oración:
SEÑOR JESUS EN
ESTA HORA TE RECIBO COMO MI SEÑOR Y SALVADOR, CREO QUE TU MORISTE EN LA CRUZ
DEL CALVARIO POR MI, Y QUE DERRAMASTE TU SANGRE PRECIOSA PARA SALVARME DE LA
CONDENACION, TE PIDO QUE PERDONES MIS PECADOS QUE ME LIMPIES DE TOMA MI MALDAD
Y DE TODAS MIS INMUNDICIAS, PADRE SANTO TE DOY GRACIAS POR JESUCRISTO EL
CORDERO DE DIOS, GRACIAS POR AMARME TANTO, PADRE REALIZA EN MI EL MILAGRO DEL
NUEVO NACIMIENTO. TE PIDO QUE ESCRIBAS MI NOMBRE EN EL LIBRO DE LA VIDA Y QUE
ME DES TU SANTO ESPIRITU, EN EL NOMBRE DE JESUS AMEN Y AMEN.
Y esta la vida
eterna; que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien
has enviado. Juan 17:3
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