miércoles, 13 de junio de 2012

FORTALECEOS EN EL SEÑOR Y EN EL PODER DE SU FUERZA


Después de un cautiverio de setenta años, regresaba el pueblo que había sido llevado  cautivo, pero no regresaban todos, tan solo regresaba un remanente, pues la mayoría había muerto en
su cautiverio, pues: Pecado cometió Jerusalén, por lo cual ella ha sido removida; Todos los que la honraban la han menospreciado, porque vieron su vergüenza; y ella suspira, y se vuelve atrás. Su inmundicia está en sus faldas, y no se acordó de su fin; por tanto, ella ha descendido sorprendentemente, y no tiene quién la consuele. Mira oh Jehová, mi aflicción, porque el enemigo se ha engrandecido……  Por esta causa lloro; mis ojos, mis ojos fluyen aguas, Porque se alejó de mí el consolador que dé reposo a mi alma; Mis hijos son destruidos, porque el enemigo prevaleció. Jehová es justo; yo contra su palabra me rebelé, Oíd ahora, pueblos todos, y ved mi dolor; mis vírgenes y mis jóvenes fueron llevados en cautiverio. Lamentaciones 1:8-18 Junto a los ríos de Babilonia, Allí nos sentábamos, y aun llorábamos, Acordándonos de Sion. Sobre los sauces en medio de ella, Colgamos nuestras arpas. Y los que nos habían llevado cautivos nos pedían que cantásemos Y los que nos habían desolado nos pedían alegría, diciendo: Cantadnos algunos de los cánticos de Sion. ¿Cómo cantaremos cántico de Jehová En tierra de extraños? Salmo 137:1-4
Todo esto sucedió para dar cumplimiento a lo dicho por el profeta Jeremías; Así ha dicho Ciro rey de Persia; Jehová el Dios de los cielos me ha dado todos los reinos de la tierra, y me ha mandado, que le edifique casa en Jerusalén, que está en Judá quien haya entre vosotros de su pueblo, sea Dios con él, y suba a Jerusalén que está en Judá, y edifique la casa a Jehová Dios de Israel (él es Dios) la cual está en Jerusalén, y a todo el que haya quedado, en cualquier lugar donde more, ayúdenle los hombres de su lugar con plata, oro, bienes y ganado, además de ofrendas voluntarias para la casa de Dios, la cual está en Jerusalén. Esdras 1:2-4
Ciro rey de Persia, promulga este edicto que marcaba el regreso del remanente del pueblo de Israel a Jerusalén, después de un cautiverio de setenta años, Se levantaron entonces  Zorobabel, los jefes de las casa paternas de Judá, y de Benjamín, y los sacerdotes y Levitas, Todos aquellos cuyo espíritu despertó Dios para subir a edificar la casa de Jehová, la cual está en Jerusalén, y todos los que estaban en sus alrededores les ayudaban con plata y oro, con bienes y ganados, con cosas preciosas, además de todo lo que se ofreció voluntariamente. Y el mismo rey Ciro sacó los utensilios de la casa de Jehová, que Nabucodonosor había sacado de Jerusalén, pues Nabucodonosor fue quién los trajo cautivos a babilonia y había saqueado el templo y todas estas cosas las había puesto en la casa de sus dioses.
Y estando los hijos de Israel ya establecidos en las ciudades de Jerusalén, se juntó el pueblo como un solo hombre, estando entre ellos,  Zorobabel,  Esdras y Nehemías. Esdras se postró de rodillas, y extendió sus manos a Jehová mi Dios y dijo: Dios mío, confuso y avergonzado estoy para levantar, oh Dios mío mi rostro a ti, porque nuestras iniquidades se han multiplicado, sobre nuestras cabezas y nuestros delitos han crecido hasta el cielo, Desde los días de nuestros padres hasta este día hemos vivido en gran pecado, y por nuestras iniquidades nosotros, nuestros reyes y nuestros sacerdotes hemos sido entregados en manos de los reyes de las tierras, a espada, a cautiverio, a robo, y a vergüenza que cubre nuestro rostro, como hoy día, y ahora por un breve momento ha habido misericordia de parte de Jehová nuestro Dios, para hacer que nos quedase un remanente libre, y para darnos un lugar seguro en su santuario, a fin de alumbrar nuestro Dios nuestros ojos y darnos un poco de vida en nuestra servidumbre, porque siervos somos; mas en nuestra servidumbre no nos ha desamparado nuestro Dios, sino que inclino sobre nosotros su misericordia delante de los reyes de Persia, para que se nos diera vida para levantar la casa de nuestro Dios y restaurar sus ruinas, y darnos protección en Judá y en Jerusalén. Pero ahora ¿qué diremos, oh Jehová Dios nuestro después de esto? Porque nosotros hemos dejado tus mandamientos que prescribiste por medio de tus siervos los profetas, diciendo: La tierra a la cual entráis para poseerla, tierra inmunda es a causa de la inmundicia de los pueblos de aquellas regiones, por las abominaciones de que la han llenado de uno a otro extremo con sus inmundicias….. Oh Jehová Dios de Israel, tú eres justo, puesto que hemos quedado un remanente que ha escapado, como en este día, Henos aquí delante de ti en nuestros delitos; porque nos es posible estar en tu presencia a causa de esto. Esdras 9:6-16
Después de está oración en la que Esdras pide perdón a Dios por todos los pecados y rebeliones de su pueblo, Zorobabel y todos los que vinieron con él, comenzaron a echar los cimientos del templo, y cuando los albañiles del templo de Jehová echaban los cimientos, pusieron a los sacerdotes vestidos de sus ropas y con trompetas, y a los levitas hijos de Asaf con címbalos, para que alabasen a Jehová, según la ordenanza de David rey de Israel.  Y cantaban, alabando y dando gracias a Jehová, y diciendo: Porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia sobre Israel. Y todo el pueblo aclamaba con gran júbilo, alabando a Jehová porque se echaban los cimientos de la casa de Jehová. Y muchos de los sacerdotes, de los levitas y de los jefes de casa paternas, ancianos que habían visto la casa primera, viendo echar los cimientos de esta casa, lloraban en alta voz, mientras muchos otros daban grandes gritos de alegría. Y no podía distinguir el pueblo el clamor de los gritos de alegría, de la voz del lloro; porque clamaba el pueblo con gran júbilo, y se oía el ruido hasta de lejos. Esdras 3:10-13
No sé, cómo te encuentras en este momento, ni sé, si le has dado la espalda a Dios, Tampoco sé, si estas atribulado o desanimado al grado tal que tú también has colgado tu arpa, y ya no adoras a Dios como antes, solo te digo que recuerdes que en la alabanza y la adoración hay liberación y restauración, Dios nunca te ha desamparado ni te ha dejado solo, al igual que con el pueblo de Israel, él siempre ha estado contigo, precisamente ahora en este momento que atraviesas él está contigo. Pues la palabra es fiel y dice: En toda angustia de ellos él fue angustiado, y el ángel de su faz los salvó; en su amor y en su clemencia los redimió, y los trajo, y los levantó todos los días de la antigüedad. Isaías 63:9
Lo que quiero decirte de parte de Dios es que: Fortalezcas las manos cansadas, y afirmes las rodillas endebles. Isaías 35:3 Porque Dios está contigo, no te ha dejado nunca, nunca te ha desamparado, tenemos la prueba en lo que acabamos de leer, Dios nunca abandona a los que son suyos, desde luego que él es justo; Que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ninguna manera tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación. Exodo 34:7 Es por eso que te digo de parte de Dios: Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará. Isaías 35:4
Es tiempo de volvernos a Dios de reconciliarnos con él  de confesar nuestro pecado como hizo Esdras, por eso te digo vuélvete a Dios, él te está esperando, Dios te dice hoy: Yo deshice como una nube tus rebeliones, y como niebla tus pecados; vuélvete a mí, porque yo te redimí. Isaías 44:22
Y esta es la vida eterna; que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. Juan 17:3
Dios te bendiga…

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