jueves, 7 de junio de 2012

LA AMISTAD CON EL MUNDO


¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del
mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. ¿O pensáis que la escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente? Pero él da mayor gracia, Por eso dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. Someteos, pues a Dios; resitid al diablo, y huirá de vosotros. Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones. Afligíos, y lamentad, y llorad, Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza. Humillaos delante del Señor, y él os exaltará. Santiago 4:1-10
Siempre son dañinos los conflictos y las disputas entre nosotros. Santiago dice que esas rencillas son el producto de los malos deseos que luchan en nuestro interior: queremos más bienes, más dinero, mejor nivel social, más reconocimiento. Cuando nos empecinamos en satisfacer esos deseos, luchamos a fin de lograrlo. En lugar de apoderarnos con violencia de lo que anhelamos, debemos someternos a Dios, pedirle que nos ayude a deshacernos de nuestros deseos egoístas y a confiar en que El nos dará lo que de veras necesitamos.  Santiago menciona los problemas más comunes en la oración: no pedir, pedir las cosas erróneas y pedir por razones equivocadas. ¿Después de todo habla usted con Dios? Cuando lo hace, ¿acerca de qué habla? ¿Pide solo para que Dios satisfaga sus deseos? ¿Busca la aprobación de Dios en lo que ya planeó hacer? Sus oraciones llegarán a tener poder cuando permita que Dios cambie sus deseos para que correspondan perfectamente con su voluntad para usted. Leamos 1 Juan 3:20-22 Amados, si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas. Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios; y cualquiera cosa que pidiéramos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él. No hay nada malo en querer una vida placentera. Dios nos da buenos dones para que los disfrutemos. Leamos 1Timoteo 4:4-5 Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acciones de gracias; porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado. Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo. Efesios 4:7  Pero tener amistad con el mundo implica buscar placer a expensas de los demás o a expensas de obedecer a Dios. El placer que impide que agrademos a Dios es pecado; el placer que procede de la abundante generosidad de Dios es bueno. 
La cura para los malos deseos es la humildad (véanse Proverbios 16:18-19 Antes del quebrantamiento es la soberbia, Y antes de la caída la altivez de espíritu. Mejor es humillar el espíritu con los humildes Que repartir despojos con los soberbios. El orgullo nos hace egocéntricos y nos lleva a pensar que tenemos derecho a todo lo que podemos ver, tocar o imaginar. Crea apetitos codiciosos de obtener más de lo que necesitamos. Podemos ser librados de nuestros deseos egocéntricos al humillarnos delante de Dios, tomando conciencia de que lo único que necesitamos es su aprobación. Cuando su Espíritu Santo nos llena, nos damos cuenta de que las atracciones seductoras del mundo son solo sustitutos baratos en comparación con lo que Dios nos ofrece. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo, echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. 1Pedro 5:6-7  Humillarnos significa reconocer que nuestro valor viene solo de Dios. Ser humilde implica el actuar con su poder de acuerdo con su guía, no con nuestros propios esfuerzos. Aunque no merecemos su favor, El nos ama y nos da valor y dignidad a pesar de nuestros defectos humanos. 
El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.  Aunque Dios y Satanás están en guerra, no tenemos que esperar hasta el final para ver quién ganará. Dios ya venció a Satanás (Apocalipsis 12:10-12 Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su  Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte. Por lo cual alegraos, cielos y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! Porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo).  y cuando Cristo vuelva, Satanás y todos sus aliados serán eliminados para siempre. Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos. Apocalipsis 20:10. Mientras que ésta escritura tiene cumplimiento, Dios no nos ha desamparado, nos ha dado su Espíritu Santo y el escudo de la fe con el cual nosotros podemos resistir a diablo y él huirá de nosotros. 
¿Cómo puede acercarse a Dios? Santiago nos da cinco maneras:
(1) Sométanse a Dios (4.7). Ríndase a su autoridad y voluntad, y entregue su vida a El y a su control, y esté deseoso de seguirlo.
(2) Resista al diablo (4.7). No permita que Satanás lo seduzca y tiente.

(3) Limpiad las manos... purificad vuestros corazones (es decir, lleve una vida pura) (4.8). Límpiese del pecado; sustituya sus deseos de pecar por los deseos de experimentar la pureza de Dios.

(4) Afligíos, y lamentad, y llorad con sincero pesar por sus pecados (4.9). No tenga temor de expresar profunda tristeza de corazón por lo que usted ha hecho.
(5) Humillaos delante del Señor, y El lo pondrá en alto (4.10; 1Pe_5:6). 

¿Quieres volverte a Dios? Este es el momento, Ven a Cristo y ríndele tu vida a él, Humíllate delante de él y él te pondrá en alto. Di ésta oración: 

SEÑOR JESUS RECONOZCO QUE TU ERES EL HIJO DE DIOS Y QUE CON TU MUERTE EN LA CRUZ DEL CALVARIO ME DISTE PERDON Y VIDA ETERNA, HOY ACEPTO POR LA FE QUE TU MORISTE POR MI, TE PIDO QUE ME LIMPIES DE TODA MI MALDAD QUE ME LAVES CON TU SANGRE PRECIOSA Y QUE PERDONES TODAS MIS INIQUDADES. PADRE CELESTIAL TE DOY GRACIAS POR JESUCRISTO Y TE PIDO QUE ESCRIBAS MI NOMBRE EN EL LIBRO DE LA VIDA DEL CORDERO, QUE PONGAS EN MI TU SANTO ESPIRITU Y ME AYUDES A VIVIR UNA VIDA RECTA DELANTE DE TI, UNA VIDA QUE TE AGRADE SOLO A TI SEÑOR, EN EL NOMBRE DE JESUS AMEN Y AMEN.
Y esta es la vida eterna; que te conozcan a ti el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. Juan 17:3

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