¿De dónde vienen las
guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales
combaten en vuestros miembros? Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de
envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que
deseáis, porque no pedís. Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en
vuestros deleites. ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del
mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. ¿O pensáis que la escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente? Pero él da mayor gracia, Por eso dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. Someteos, pues a Dios; resitid al diablo, y huirá de vosotros. Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones. Afligíos, y lamentad, y llorad, Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza. Humillaos delante del Señor, y él os exaltará. Santiago 4:1-10
mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. ¿O pensáis que la escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente? Pero él da mayor gracia, Por eso dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. Someteos, pues a Dios; resitid al diablo, y huirá de vosotros. Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones. Afligíos, y lamentad, y llorad, Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza. Humillaos delante del Señor, y él os exaltará. Santiago 4:1-10
Siempre son dañinos los conflictos y las
disputas entre nosotros. Santiago dice que esas rencillas son el producto de
los malos deseos que luchan en nuestro interior: queremos más bienes, más
dinero, mejor nivel social, más reconocimiento. Cuando nos empecinamos en
satisfacer esos deseos, luchamos a fin de lograrlo. En lugar de apoderarnos con
violencia de lo que anhelamos, debemos someternos a Dios, pedirle que nos ayude
a deshacernos de nuestros deseos egoístas y a confiar en que El nos dará lo que
de veras necesitamos. Santiago menciona
los problemas más comunes en la oración: no pedir, pedir las cosas erróneas y
pedir por razones equivocadas. ¿Después de todo habla usted con Dios? Cuando lo
hace, ¿acerca de qué habla? ¿Pide solo para que Dios satisfaga sus deseos?
¿Busca la aprobación de Dios en lo que ya planeó hacer? Sus oraciones llegarán
a tener poder cuando permita que Dios cambie sus deseos para que correspondan
perfectamente con su voluntad para usted. Leamos 1 Juan
3:20-22 Amados, si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es
Dios, y él sabe todas las cosas. Amados, si nuestro corazón no nos reprende,
confianza tenemos en Dios; y cualquiera cosa que pidiéramos la recibiremos de
él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables
delante de él. No hay nada malo en querer una vida placentera. Dios nos
da buenos dones para que los disfrutemos. Leamos 1Timoteo
4:4-5 Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se
toma con acciones de gracias; porque por la palabra de Dios y por la oración es
santificado. Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la
medida del don de Cristo. Efesios 4:7 Pero
tener amistad con el mundo implica buscar placer a expensas de los demás o a
expensas de obedecer a Dios. El placer que impide que agrademos a Dios es
pecado; el placer que procede de la abundante generosidad de Dios es bueno.
La cura para los malos deseos es la
humildad (véanse Proverbios 16:18-19 Antes del
quebrantamiento es la soberbia, Y antes de la caída la altivez de espíritu.
Mejor es humillar el espíritu con los humildes Que repartir despojos con los
soberbios. El orgullo nos hace egocéntricos y nos lleva a pensar que
tenemos derecho a todo lo que podemos ver, tocar o imaginar. Crea apetitos
codiciosos de obtener más de lo que necesitamos. Podemos ser librados de
nuestros deseos egocéntricos al humillarnos delante de Dios, tomando conciencia
de que lo único que necesitamos es su aprobación. Cuando su Espíritu Santo nos
llena, nos damos cuenta de que las atracciones seductoras del mundo son solo
sustitutos baratos en comparación con lo que Dios nos ofrece. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él
os exalte cuando fuere tiempo, echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque
él tiene cuidado de vosotros. 1Pedro 5:6-7 Humillarnos significa reconocer que nuestro
valor viene solo de Dios. Ser humilde implica el actuar con su poder de acuerdo
con su guía, no con nuestros propios esfuerzos. Aunque no merecemos su favor,
El nos ama y nos da valor y dignidad a pesar de nuestros defectos humanos.
El que practica el pecado es del diablo;
porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el hijo de Dios,
para deshacer las obras del diablo. Aunque Dios y Satanás están en guerra, no
tenemos que esperar hasta el final para ver quién ganará. Dios ya venció
a Satanás (Apocalipsis 12:10-12 Entonces oí una gran
voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino
de nuestro Dios, y la autoridad de su
Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos,
el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. Y ellos le han vencido
por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y
menospreciaron sus vidas hasta la muerte. Por lo cual alegraos, cielos y los
que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! Porque el
diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo).
y cuando Cristo vuelva, Satanás y todos
sus aliados serán eliminados para siempre. Y el diablo
que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la
bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de
los siglos. Apocalipsis 20:10. Mientras que ésta escritura tiene
cumplimiento, Dios no nos ha desamparado, nos ha dado su Espíritu Santo y el
escudo de la fe con el cual nosotros podemos resistir a diablo y él huirá de
nosotros.
¿Cómo puede acercarse a Dios? Santiago nos
da cinco maneras:
(1) Sométanse a Dios (4.7). Ríndase
a su autoridad y voluntad, y entregue su vida a El y a su control, y esté
deseoso de seguirlo.
(2) Resista al diablo (4.7). No
permita que Satanás lo seduzca y tiente.
(3) Limpiad las manos... purificad vuestros corazones (es decir, lleve una vida pura) (4.8). Límpiese del pecado; sustituya sus deseos de pecar por los deseos de experimentar la pureza de Dios.
(4) Afligíos, y lamentad, y llorad con sincero pesar por sus pecados (4.9). No tenga temor de expresar profunda tristeza de corazón por lo que usted ha hecho.
(5) Humillaos delante del Señor, y El
lo pondrá en alto (4.10; 1Pe_5:6).
¿Quieres volverte a Dios? Este es el momento, Ven a Cristo y ríndele tu vida a él, Humíllate delante de él y él te pondrá en alto. Di ésta oración:
SEÑOR JESUS RECONOZCO QUE TU ERES EL HIJO
DE DIOS Y QUE CON TU MUERTE EN LA CRUZ DEL CALVARIO ME DISTE PERDON Y VIDA
ETERNA, HOY ACEPTO POR LA FE QUE TU MORISTE POR MI, TE PIDO QUE ME LIMPIES DE
TODA MI MALDAD QUE ME LAVES CON TU SANGRE PRECIOSA Y QUE PERDONES TODAS MIS
INIQUDADES. PADRE CELESTIAL TE DOY GRACIAS POR JESUCRISTO Y TE PIDO QUE
ESCRIBAS MI NOMBRE EN EL LIBRO DE LA VIDA DEL CORDERO, QUE PONGAS EN MI TU
SANTO ESPIRITU Y ME AYUDES A VIVIR UNA VIDA RECTA DELANTE DE TI, UNA VIDA QUE
TE AGRADE SOLO A TI SEÑOR, EN EL NOMBRE DE JESUS AMEN Y AMEN.
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