martes, 5 de marzo de 2013

LA SABIDURIA DEL ÁGUILA


El águila es el ave con mayor longevidad de esas especies. Llega a vivir 70 años, pero para llegar a esa edad, a los 40, debe tomar una seria y difícil decisión. A los 40 años, sus garras están apretadas y flexibles y no consigue tomar a sus presas de las cuales se alimenta. Su pico largo y puntiagudo se curva, apuntando contra el pecho evitando que pueda comer. Sus alas están envejecidas y su
plumaje se volvió pesado para ella. Volar se hace ya tan difícil!  Entonces, el águila tiene solamente dos alternativas: morir o enfrentar un doloroso proceso de renovación que durara 150 días.  Ese proceso consiste en volar hacia la montaña más alta y quedarse ahí, en un nido cercado cubierto de rocas, en donde no tenga la necesidad de volar. Después de encontrar ese lugar, el águila comienza a golpear su pico en la roca hasta conseguir arrancarlo. Luego debe esperar el crecimiento de uno nuevo con el que desprenderá una a una sus garras. Cuando las garras nuevas hayan crecido comienza a arrancar sus plumas viejas una por una y a esperar que su cuerpo desnudo nuevamente se cubra de plumas nuevas y fuertes.  Después de cinco meses, ha logrado su renovación total. De esta manera esta lista para surcar nuevamente lo cielos y vivir aproximadamente otros treinta años.  En nuestras vidas, muchas veces tenemos que resguardarnos por algún tiempo y comenzar un proceso de renovación para continuar un vuelo de victoria, debemos desprendernos de costumbres, tradiciones y recuerdos que nos causaron dolor. Solamente libres del peso del pasado podremos aprovechar el resultado valioso que una renovación siempre trae. Dios nos dice en su palabra: “Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante. Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Hebreos 12:1-2

Nosotros al igual que el águila debemos vivir ese proceso, abandonar nuestras vidas en las manos de Dios. El es el  alfarero, permitámosle que nos haga de nuevo, la Biblia dice que: Jeremías descendió a casa del alfarero que trabajaba sobre la rueda. Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla. Entonces escucho la voz de Dios que le decía: ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? Dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano. Jeremías 18:3-6  
 

Jesús dijo: Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Juan 15:14

Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado. Juan 6:29

Y esta es la vida eterna; que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo,a quien has enviado. Juan 17:3

 Dios te bendiga.

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