miércoles, 13 de marzo de 2013

EL JUICIO VIENE


Ciertamente no ha pasado nada pero sin duda vendrá y no tardará, Mirad entre las naciones, y ved, y asombraos; porque haré una obra en vuestros días, que aun cuando se os contare, no la creeréis. Porque he aquí, yo levanto a los caldeos, nación cruel y presurosa, que camina por la anchura de la tierra para poseer las
moradas ajenas. Formidable es y terrible; de ella misma procede su justicia y su dignidad. Sus caballos serán más ligeros que leopardos, y más feroces que lobos nocturnos, y sus jinetes se multiplicarán; vendrán de lejos sus jinetes, y volarán como águilas que se apresuran a devorar. Toda ella vendrá a la presa; el terror va delante de ella, y recogerá cautivos como arena. Escarnecerá a los reyes, y de los príncipes hará burla; se reirá de toda fortaleza, y levantará terraplén y la tomará. Luego pasará como el huracán, y ofenderá atribuyendo su fuerza a su dios. Y todo porque? Porque la ley ha sido debilitada, y el juicio no sale según la verdad; por cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcida la justicia. Esta fue la protesta de Habacuc cuando Dios le hizo ver la profecía, no tan solo la oyó de parte de Dios sino que Dios se la mostró tal y como sucedería y Habacuc le decía: ¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que vea molestia? Destrucción y violencia están delante de mí, y pleito y contienda se levantan. ¿No eres tú desde el principio, oh Jehová Dios mío, Santo mío? No moriremos. Oh Jehová, para juicio lo pusiste; y tú oh Roca , lo fundaste para castigar. Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio, ¿por qué ves a los menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él, y haces que sean los hombres como los peces del mar, como reptiles que no tienen quien los gobierne? Sacará a todos con anzuelo, los recogerá con su red, y los juntará en sus mallas; por lo cual se alegrará y se regocijará. Por esto hará sacrificios a su red, y ofrecerá sahumerios a sus mallas; porque con ellas engordo su Porción, y engrasó su comida. ¿Vaciará por eso su red, y no tendrá piedad de aniquilar naciones continuamente?. Era tanta la maldad del pueblo de Israel que Dios había determinado castigarlos, toda la tierra estaba llena de maldad y de avaricia de robos, de despojos, de ganancias deshonestas y la sangre había sido derramada en tierra, si hoy en día encuentras algo parecido con esto no es coincidencia, ya sucedió en los tiempos pasados y está sucediendo en los tiempos postreros, Dios conoce el principio del fin y él lo hace saber a sus siervos, Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas. Amos 4:7 Si el león ruge, ¿quién no temerá Si habla Jehová el Señor, ¿quién no profetizará? Pero que ha sucedido se teme más el rugido del león que la palabra de Dios, Y aunque eso suceda Dios sigue hablándonos, Dios sigue revelándose a nosotros, porque al igual que Habacuc hay más de uno clamando a Dios misericordia y justicia pues el derecho ha sido torcido y las palabras y mandatos de Dios lo hemos echado a nuestras espaldas y hoy no damos crédito a la profecía, y él nos dice en su santa palabra que: yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía. Apocalipsis 19:10 Y así como Dios le respondió a Habacuc así hoy en día el nos responde y nos dice lo que tenemos que hacer: “ Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y velaré para ver lo que se me dirá, y qué he de responder tocante a mi queja. Y Jehová me respondió, y dijo; Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella. Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará. He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá. Habacuc 2:1-4 Es Dios quien lo ha prometido y lo cumplirá, porque él no es hombre para que mienta ni hijo de hombre para que se arrepienta, él dijo y él lo hará y quién estorbará lo que él se ha propuesto hacer porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová como las aguas cubren la mar. Y nosotros los que teméis su nombre debemos orar como el profeta Habacuc:

Oh Jehová he oído tu palabra y temí. Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos hazla conocer; En la ira acuérdate de la misericordia. Dios vendrá de Temán Y el Santo desde el monte de Parán. Su gloria cubrió los cielos, Y la tierra se llenó de su alabanza. Y el resplandor fue como la luz; Rayos brillantes salían de su mano. Y allí estaba escondido su poder. Delante de su rostro iba mortandad Y a sus pies salían carbones encendidos. Se levantó, y midió la tierra; Miró e hizo temblar las gentes; Los montes antiguos fueron desmenuzados, Los collados antiguos se humillaron. Sus caminos son eternos. He visto las tiendas de Cusán en aflicción; Las tiendas de la tierra de Madian temblaron. ¿Te airaste, oh Jehová, contra los ríos? ¿Contra los ríos te airaste? ¿Fue tu ira contra el mar Cuando montaste en tus caballos, y en tus carros de victoria? Se descubrió enteramente tu arco; Los juramentos a las tribus fueron palabra segura. Hendiste la tierra con ríos. Te vieron y tuvieron temor los montes; Pasó la inundación de las aguas; El abismo dio su voz. El sol y la luna se pararon en su lugar; A la luz de tus saetas anduvieron, Y al resplandor de tu fulgente lanza. Con ira hollaste la tierra. Con furor trillaste las naciones. Saliste para socorrer a tu pueblo, Para socorrer a tu ungido. Traspasaste la cabeza de la casa del impío, Descubriendo el cimiento hasta la roca. Horadaste con sus propios dardos las cabezas de sus guerreros, Que como tempestad acometieron para dispersarme, Caminaste en el mar con tus caballos, Sobre la mole de las grandes aguas, Oí, y se me conmovieron mis entrañas; A la voz temblaron mis labios; Pudrición entró en mis huesos; y dentro de mi me estremecí; Si bien estaré quieto en el día de la angustia, Cuando suba al pueblo el que lo invadirá con su tropas. Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales; Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación. Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de ciervas, Y en mis alturas me hace andar. 

Jesús les dijo: Vosotros sois mis amigos se hacéis lo que yo os mando: Juan 15:14

Y esta es la vida eterna; que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo a quien has enviado: Juan 17:3
 

Dios te bendiga…
 

Si esta palabra ha sido de bendición en tu vida, nos gustara leer tus comentarios.

 

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