Dios es nuestro
amparo y fortaleza. Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no
temeremos, aunque la tierra sea removida, Y se traspasen los montes al corazón
del mar; Aunque bramen y se turben sus aguas, Y tiemblen los montes a causa de
su braveza. El temor de que los montes o las ciudades caigan
de repente al mar debido a una explosión nuclear persigue a mucha gente en la
actualidad. Pero el
salmista dice que incluso si el mundo se acabara, "¡no temeremos!" Aun frente a una destrucción total, expresó una gran confianza en la capacidad de Dios para salvarlo. Parece imposible enfrentarse al fin del mundo sin temor, pero la Biblia es clara: Dios es nuestro refugio aun frente a la destrucción total. No es un simple refugio temporal, es nuestro refugio eterno y puede fortalecernos en toda circunstancia. Ya lo ha hecho antes y lo volverá a hacer, porque: Dios no es hombre para que mienta ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no lo hará? He aquí, he recibido orden de bendecir; El dio bendición, y no podré revocarla. Números 23:19-20 Cuando el pueblo de Israel cruzó el mar rojo, después Anduvieron perdidos por el desierto, por la soledad sin camino, Sin hallar ciudad en donde vivir. Hambrientos y sedientos, Su alma desfallecía en ellos. Entonces clamaron a Jehová en su angustia, Y los libró de sus aflicciones. Los dirigió por camino derecho. Para que viniesen a ciudad habitable. Alaben la misericordia de Jehová, Y sus maravillas para con los hijos de los hombres. Porque sacia al alma menesterosa, Y llena de bien al alma hambrienta. Salmo 107:4-9
salmista dice que incluso si el mundo se acabara, "¡no temeremos!" Aun frente a una destrucción total, expresó una gran confianza en la capacidad de Dios para salvarlo. Parece imposible enfrentarse al fin del mundo sin temor, pero la Biblia es clara: Dios es nuestro refugio aun frente a la destrucción total. No es un simple refugio temporal, es nuestro refugio eterno y puede fortalecernos en toda circunstancia. Ya lo ha hecho antes y lo volverá a hacer, porque: Dios no es hombre para que mienta ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no lo hará? He aquí, he recibido orden de bendecir; El dio bendición, y no podré revocarla. Números 23:19-20 Cuando el pueblo de Israel cruzó el mar rojo, después Anduvieron perdidos por el desierto, por la soledad sin camino, Sin hallar ciudad en donde vivir. Hambrientos y sedientos, Su alma desfallecía en ellos. Entonces clamaron a Jehová en su angustia, Y los libró de sus aflicciones. Los dirigió por camino derecho. Para que viniesen a ciudad habitable. Alaben la misericordia de Jehová, Y sus maravillas para con los hijos de los hombres. Porque sacia al alma menesterosa, Y llena de bien al alma hambrienta. Salmo 107:4-9
El salmista nos dice: Bramaron las naciones, titubearon los reinos; Dio él
su voz, se derritió la tierra. Jehová de los ejércitos está con nosotros;
nuestro refugio es el Dios de Jacob. Venid, ved las obras de Jehová, Que ha
puesto asolamientos en la tierra. Que hace cesar las guerras hasta los fines de
la tierra. Que quiebra el arco, corta la lanza, Y quema los carros en el fuego.
Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones;
enaltecido seré en la tierra. Jehová de los ejércitos está con nosotros;
Nuestro refugio es el Dios de Jacob.
La
guerra y la destrucción son inevitables, pero también lo es la victoria final
de Dios. En ese momento, todos permanecerán en silencio ante el Dios
Todopoderoso. Cuán oportuno es para nosotros estar quietos honrando y
reverenciando su poder y majestad. Dedique cada día el tiempo necesario para
permanecer quieto y exaltar a DiosAhora si tú quieres, puedes acercarte a Dios, mira lo que dice, el santo mandamiento no está en el cielo ni del otra lado del mar, está cerca de ti en tu boca y en tu corazón, Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Romanos 10:8-10
Así
que hoy yo te invito ven a Cristo, reconócelo como tu Señor y Salvador, y
entrégale tu vida a él y salvo serás. Tan solo ora así:
Señor
Jesús en esta hora yo reconozco que soy pecador y que necesito de ti, yo te
recibo como mi único Señor y Dios, confieso con mi boca que tu eres el Señor,
te recibo en mi corazón, te abro las puertas de mi corazón ven y haz morada en
mi, te pido que perdones todos mis pecados lávame con tu sangre preciosa, quiero
ser limpio de toda contaminación de pecado, pon en mi tu Santo Espíritu y
escribe mi nombre en el libro de la vida. Padre Santo gracias te doy por
Jesucristo tu hijo amado a quien tu mandaste a morir en la cruz por mí, Padre
te doy gracias y te pido que me ayudes a ser fiel hasta que tu vengas en el
nombre de Jesús, amén y amén.
Y esta es la vida eterna; que te conozcan a ti, el
único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. Juan 17:3
Si hiciste está oración escríbenos para ayudarte con
tu nueva relación con Dios. Jabesxviii@hotmail.com
aa.1963@hotmail.com
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