Salmista nos dice: Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, Y una noche a otra noche declara sabiduría. Salmo 19:1-2 Porque ¿quién es Dios sino sólo Jehová? ¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios? Salmo 18:31
La Biblia nos habla de un hombre que le creyó a Dios y
le fue contado por justicia, he aquí el relato: Pero
Jehová había dicho a Abram; Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa
de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te
bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y
serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que maldijeren
maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. Y se fue Abram,
como Jehová le dijo. Génesis 12:1-4
Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a
Abram en visión, diciendo; No temas, Abram; Yo soy
tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande. Y respondió Abram; Señor Jehová, ¿qué me darás, siendo así que
ando sin hijos, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer? Dijo
también Abram: Mira que no me has dado prole, y he aquí que será mi heredero un
esclavo nacido en mi casa. Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te
heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará. Y lo llevo fuera, y
le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar, Y
le dijo: Así será tu descendencia. Y creyó a Jehová, y le fue contado por
justicia……..Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció
Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso;
anda delante de mí y sé perfecto. Y
pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en gran manera. Entonces Abram
se postró sobre su rostro, y Dios habló con él, diciendo: He aquí mi pacto es
contigo, y serás padre de muchedumbre de gentes. Y no se llamará más tu nombre
abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de
muchedumbre de gentes. Y te multiplicaré en gran manera, y haré naciones de ti,
y reyes saldrán de ti. Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia
después de ti. Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra en
que moras, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré el Dios de ellos. Génesis 16-17
Este Dios Todopoderoso, es el Gran Yo soy, el Dios de
Israel. El Dios que hizo los cielos y la tierra, y el mar y todo lo que existe
y que tus ojos pueden ver y tocar,
fueron creados por este Dios, que un día se le apareció a Abraham. A este Dios fue
a quien Abraham le creyó, y cuando hablamos de creer, hablamos de fe, La
escritura misma nos dice: Así, Abraham creyó a Dios, y
le fue contado por justicia. Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son
hijos de Abraham. Y la escritura previendo que Dios había de justificar por la
fe a los gentiles, dijo de antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti
serán benditas todas las naciones. De modo que los de la fe son bendecidos con
el creyente Abraham. Gálatas 3:6-9
¿ Y porque son bendecidos con el creyente Abraham?
Pues la escritura misma nos dice: Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció
para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a
dónde iba. Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en
tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma
promesa, porque esperaba la ciudad que tiene fundamento, cuyo arquitecto y
constructor es Dios. Por la fe también Sara, siendo estéril, recibió fuerza
para concebir; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que
era fiel quien lo había prometido. Por lo cual también, de uno, y ése ya casi
muerto, salieron como las estrellas del cielo en multitud, y como la arena
innumerable que está a la orilla del mar…..¿Y qué más digo? Porque el tiempo me
faltaría contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, así como
de Samuel y de los profetas; que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia,
alcanzaron promesas, taparon bocas de leones, ….. Otros experimentaron
vituperios y azotes, y más de esto prisiones y cárceles, Fueron apedreados,
aserrados, puestos a prueba. Anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de
ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados; de los cuales el mundo no
era digno. Hebreos 11
Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor
nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que
nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,
puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo
puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la
diestra del trono de Dios. Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de
pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar….Por
lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas, y haced sendas
derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que
sea sanado. Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al
Señor…Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en
fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad, sino que os habéis
acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a
la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los
primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los
espíritus de los justos hechos perfectos. A Jesús el Mediador del nuevo pacto,
y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel. Hebreos 12
Aleluya…. Cristo viene. ¿Estás preparado?
Yo soy el Alfa y la Omega, principio y
fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso. Apocalipsis
1:8
Acuérdate, pues, de lo que has recibido y
oído; y guárdalo, y arrepiéntete, Pues si no velas, vendré sobre ti como
ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti. Apocalipsis 3:3
He aquí, yo vengo pronto: retén lo que
tienes, para que ninguno tome tu corona. Apocalipsis 3:11
Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y
la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente
de la fuente del agua de la vida. Apocalipsis 21:6
¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado
el que guarda las palabras de la profecía de este libro. Apocalipsis 22:7
El que da testimonio de estas cosas: Ciertamente vengo en breve. Amén
sí, ven, Señor Jesús. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos
vosotros. Amén. Apocalipsis 22:20-21
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